Hay bastante movimiento en el valle de Casablanca. Junto con la fiesta de la vendimia se está afianzando la Ruta del Vino, con nuevos restaurante, bodegas y hasta un club ecuestre para visitar. | |
Aunque aún está en pañales, la Ruta del Vino del valle de Casablanca está dando mucho que hablar. Primero, claro, por la calidad de los vinos que producen sus 4.200 hectáreas (de hecho se firmó un acuerdo de hermandad con el valle de Napa, en San Francisco, California, Estados Unidos, lo que le significa a Casablanca una serie de compromisos que cumplir) y, segundo, porque las viñas que pertenecen a la Ruta están con una actividad frenética, construyendo restaurantes y levantando salas de exposición y ventas. Las viñas Indómita Wine, Salvi, Villard Estate, William Cole, Quintay Eco Vinyard, Veramonte y Mar de Casablanca son las que han firmado con la Ruta, además del club ecuestre Puro Caballo, que viene a darle un atractivo diferente al sector. Puro Caballo está a un paso del pintoresco pueblo de Lagunillas, y aquí los turistas (previo aviso y en grupo organizado) pueden apreciar todas las actividades propias de un rodeo. Por el momento la viñas más asequibles son Veramonte (con su espectacular sala de ventas y degustación), William Cole (con sus hermosos viñedos) y la enorme bodega de Indómita (encaramada en los cerros). Pero quizá lo más apetecible a la hora de visitar Casablanca es que aquí se pueden degustar vinos que prácticamente no existen en el país, porque el noventa por ciento de la producción del valle se exporta. | |