Autor: Juan Pablo González y Claudio RolleEditorial, año: Ediciones UC, Santiago, 2005 (645 páginas).
Reseña
La más completa historia de la música popular chilena de la primera mitad del siglo XX es este grueso volumen. Dinámico y riguroso, recorre pasajes casi olvidados de nuestra historia cultural, aunque siempre desde la perspectiva de su gran masa auditora.En efecto, el carácter "social" de la investigación es clave, dirigida por el encuentro interdisciplinario de Juan Pablo González, un musicólogo, y Claudio Rolle, un historiador. Esta asociación les permite avanzar por ámbitos usualmente ignorados por los estudios académicos sobre música, vinculándose sin problemas con los fenómenos de masas que en algunos períodos se han convertido en Chile los cuplés, la ranchera mexicana, el bolero y los bailes de salón. Así, las modas musicales no sólo se analizan como causa y efecto de determinados contextos sociales, sino que se respetan como manifestaciones poderosas de nuestra identidad. Una identidad que, según se explica en la tesis introductoria, está dada precisamente por el híbrido cultural que desde siempre ha recibido este país excepcionalmente abierto a la influencia extranjera.
El volumen se preocupa, además, de acompañar la narración con la mayor cantidad de apoyos visuales posibles de integrar en un libro, combinando así valiosas láminas y fotografías de partituras, lugares, intérpretes e impresos que menciona el relato. Entre ellas surgen vistas sorprendentes, como el pie de cueca que bailó Walt Disney en su única visita a Chile, el fervor popular que produjo la primera venida del mexicano Jorge Negrete, o la liberación feminista que fue incubándose en los salones de baile de los años '30.
El libro les tomó a sus autores seis años de investigación, y debiese ser acompañado por un segundo volumen que cubra la segunda mitad del siglo XX. Obtuvo varios reconocimientos, de entre los cuales el más importante fue el Premio Casa de las Américas. Incluye un CD con grabaciones imposibles de encontrar de otro modo, remasterizadas desde viejos discos en 78 rpm, e ilustrativo del buen nivel de los intérpretes chilenos que precisamente relata el libro.
